domingo, 22 de mayo de 2011

Mayo Revolucionario II



La Disidencia española y sus influencias sobre el mayo francés.

Aunque mucha gente no lo crea, Francia y España son vecinos, (en serio, mucha gente ni se lo imagina) y como pasa siempre, lo que le pasa a uno le afecta al otro, eso es un karma de vecinos.

Cuando ocurre el mayo francés, España no se había recuperado de la fractura sufrida en su territorio por la guerra civil española, no hay que olvidar que este conflicto creó dos Españas, la España de la península ibérica, dirigifa por Francisco Franco y la España de los exiliados.

Francia, (junto con México y Argentina), fue uno de los países que mas recibió exiliados españoles y hay que recordar que muchos de estos exiliados eran intelectuales republicanos, que se oponían al franquismo, por lo que las sociedades que los recibieron fueron alimentadas por el pensamiento y obras de estos.

Entre los jóvenes franceses, el nombre de Paco Ibáñez no era desconocido, este Valenciano que se exilio en Francia un tiempo junto con su familia, el a principios de los 50 ya en Paris descubre la música de George Brassens, que será una de sus principales influencias y vínculos con los jóvenes franceses.

Ibáñez, junto con un trio llamado Los Yares en 1956, comienzan a cantar en locales del barrio latino.

En 1956 ocurre un hecho importante, hace el reconocimiento de Brassens en el Olimpia, y a continuación comienza a inspirarse en poemas de Góngora primero y después en 1958 en se inspira en Lorca, dando a conocer la poesía de los poetas españoles del exilio, o asesinados durante la guerra civil española.

Todos estos poemas forman parte de su primer disco en 1964, es todo un clásico este disco, utilizado tanto pedagógicamente como símbolo de resistencia cultural.

En su segundo disco España de hoy y de siempre, 1967 contiene poemas de Alberti, Góngora, Blas de Otero, Celaya, Miguel Hernández y Quevedo.

Los estudiantes franceses, ven  a Ibáñez como un símbolo de resistencia y libertad, en medio de la opresión Franquista, por esta razón lo toman como un símbolo, por esto el gobierno franquista lo censura, viéndose obligado a abandonar Barcelona, donde residía en esos momentos, para instalarse en Paris.

Paco Ibáñez, fue un portavoz de los exiliados españoles, un profeta de la libertad en medio de opresión y esto causó en los estudiantes un poderoso efecto que se traduciría en una poderosa afluencia (no en la única) de los estudiantes franceses, que mientras protestaban cantaban sus canciones, recordaban la tragedia española y reivindicaban el derecho de la España exiliada.
Paco Ibáñez seria la figura central cuando se conmemorará un año del mayo francés, Paco Ibáñez fue la vos de España en la revolución estudiantil, fue el referente musical y de resistencia.


"La mala reputación"

En mi pueblo sin pretensión
tengo mala reputación,
haga lo que haga es igual
todo lo consideran mal.

Yo no pienso pues hacer ningún daño
queriendo vivir fuera del rebaño.

No, a la gente no gusta que
uno tenga su propia fe,
no, a la gente no gusta que
uno tenga su propia fe,
todos, todos me miran mal,
salvo los ciegos, es natural.

Cuando la fiesta nacional
yo me quedo en la cama igual,
que la música militar
nunca me supo levantar.

En el mundo pues no hay mayor pecado
que el de no seguir al abanderado.
No, a la gente no gusta que
uno tenga su propia fe,
no, a la gente no gusta que
uno tenga su propia fe,
todos me muestran con el dedo,
salvo los mancos, quiero y no puedo.

Si en la calle corre un ladrón
y a la zaga va un ricachón,
zancadilla pongo al señor
y he aplastado el perseguidor.

Eso si que sí que será una lata,
siempre tengo yo que meter la pata,.

No, a la gente no gusta que
uno tenga su propia fe,
no, a la gente no gusta que
uno tenga su propia fe,
todos tras de mi a correr,
salvo los cojos, es de creer.

No hace falta saber latín
yo ya se cual será mi fin,
en el pueblo se empieza a oír,
muerte, muerte al villano vil.

Yo no pienso pues armar ningún lío
con que no va a Roma el camino mío.

No, a la gente no gusta que
uno tenga su propia fe,
no, a la gente no gusta que
uno tenga su propia fe,
todos, todos me miran mal,
salvo los ciegos, es natural.

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