viernes, 22 de febrero de 2013

Literarte, ese lugar magico en Santa Marta



Dice un viejo dicho que “no se sabe quién es más tonto, si el que presta un libro, o el que lo devuelve”, otro nuevo dicho también habla sobre el préstamo de libros diciendo que “los libros tienen su orgullo y una vez prestados nunca regresan”, sin embargo, como en casi todas las cosas de la vida el préstamo, alquiler, donación y venta de libros encuentra espacios alternos para burlarse de estos dichos y mostrarnos otras realidades.

Hace algunos años, unos turistas extranjeros me hablaron de un lugar llamado “liberate” ellos afirmaban que quedaba en Taganga, muy cerca de Santa Marta y que ahí era posible donar, alquilar o comprar libros en casi todos los idiomas a precios muy bajos, esta historia fue el principio de una búsqueda de varios días, meses y creo que años, intentando encontrar este lugar en alguna de las calles de Taganga. Cada vez que viajaba al lugar – a mitad o fin de año- recorría el lugar intentando encontrarlo, esto me llevó a visitar la Biblioteca Pública de la zona, - que siempre encontré cerrada, no sé si por la época o por mi suerte-  hasta que un día encontré un mapa pintado en una pared, estando muy cerca de la Iglesia del poblado.

El lugar, no se llamaba “liberate”, sino Literarte, y el mapa – como casi todos los mapas que hay o se hacen en Santa Marta- era bastante enredado, pero gracias a unos avisos en la carretera logré llegar a él, al encontrarlo la fascinación me ganó enseguida, una casa hermosa, adornada con caracuchas de mar, sobre una pequeña loma, en ella unos perros que anuncian tu llegada cuando estas subiendo las escaleras para llegar a la puerta de la casa, causando que la dueña del lugar, una Suiza que se enamoró de un pescador Colombiano, salga a atenderte, conversar contigo y contarte la historia de “Literarte”.

Cada ciudad tienen su librería mágica, ese tesoro underground, hecho para exploradores y amantes de la literatura, normalmente no se rigen por las reglas del mercado, ni de las grandes librerías que se ven llevadas por el vaivén de la economía, no, estos lugares mágicos desobedecen todas las reglas, Santa Marta tiene también ese lugar, ese lugar es Literarte, en ella podemos encontrar estantes llenos de libros en diversos idiomas – francés, alemán, mandarin, ruso, hebreo, árabe, finlandes, Flandes, italiano, portugués, en fin-  llevados allí por viajeros, Literarte no es una librería, es un sitio de intercambio, venta y alquiler de libros, es un lugar mágico donde un viajero puede intercambiar su libro, que ha traído de otras latitudes, por otro igual o más pequeño,  pero si este viajero no lleva un libro y quiere leer alguno, lo puede alquilar por 20.000 pesos o el equivalente en su moneda.

En este lugar mágico, podemos encontrar a los autores latinoamericanos traducidos en diferentes lenguas, o libros que normalmente no llegarían a ninguna librería del país, por esos líos del mercado y exportaciones, recuerdo que el primer libro que me lleve de Literarte, fue una edición alemana del Vals de Bashir en novela gráfica, antes de comprarlo, desconocía que aquel excelente documental tuvieran una versión impresa en novela gráfica, luego me llevé Que viva la Música de Andrés Caicedo, y al revisarlo encontré que le había pertenecido a una argentina, que el libro había pasado por Uruguay, Chile, Australia, regresado a Argentina y de ahí voló a Colombia y me di cuenta de otra de las magias de este lugar, que es una gran biblioteca de libros viajeros que tienen muchas historias y demasiados idiomas por contar, abrir uno de estos libros y encontrar las notas de sus antiguos portadores con los diarios de sus viajes plasmados sobre sus hojas, estos libros son unos resistentes que no se someten a los dichos del préstamo de libros o del orgullo o a la economía de mercado regida por las grandes editoriales o librerías y todo esto es posible en Santa Marta gracias a Literarte.

Cada vez que voy a Santa Marta, en mi interminable de búsqueda de libros y lugares donde conseguirlos es imposible no pasar por Literarte, conversar con sus administradores que me cuentan las historias de los libros, de los viajeros que los traen, me dejan pasar horas entre esos libros mirando que descubro nuevo y al final negociar un precio de compra, de intercambio – es bueno llevar libros al lugar para intercambiar-  o de alquiler, según sea la condición del momento.

Santa Marta es magia y este lugar me lo recordó una vez más, magia, resistencia y pasión en medio de las adversidades de cada día, resistencia al contar con pocas librerías pero encontrar libros de talla mundial a muy bajo precio, o poder alquilarlo o intercambiarlo, es pasión por el libro,  poder encontrar libros que solo se verían en las grandes capitales del libro y es más mágico encontrarlo en diferentes idiomas, versiones e impresiones, todo en un mismo lugar, al lado del mar y de la montaña, como solo es posible en Santa Marta.

domingo, 10 de febrero de 2013

30 Cosas que hay que saber antes de morir




1- Los elefantes son los únicos mamíferos que tienen 4 rodillas. 
2- Hasta 1929 dentro de la Coca-Cola había cocaína 
3- Si uno come chicle mientras pela cebolla NO llorará.
4- Es imposible suicidarse reteniendo la respiración. 
5- La Panafobia es el miedo a TODO. 
6- El pulgar tiene el mismo largo que tu nariz. 
7- El encendedor se inventó antes que el fósforo. 
8- LAS personas con ojos azules ven mejor en la oscuridad. 
9- El cocodrilo no puede sacar la lengua. 
10- La gente dice SALUD cuando estornudamos porque nuestro corazón se detiene por un milisegundo. 
11- Si estornudas muy fuerte puedes fractuarte una costilla. 
12- Si contienes un estornudo podes romper un vaso sanguíneo en la cabeza o el cuello y morir. 
13- La mayoría de los lápiz de labio contienen escamas de pescado. 
14- La Coca-Cola originalmente era verde. 
15- El elefante es el único mamífero que no puede saltar. 
16- La silla eléctrica fue inventada por un dentista. 
17- Al nacer tenemos 300 huesos pero de adultos solo tenemos 206. 
18- Oler bananas y/o manzanas verdes te ayuda adelgazar. 
19- La gente le tiene más miedo a las arañas que a la muerte. 
20- Una serpiente puede dormir durante 3 años. 
21- El único alimento que no se pudre es la miel. 
22- Un pulpo tiene 3 corazones. 
23- Las vacas pueden subir una escalera pero no bajarla. 
24- El pepinillo es una fruta. 
25- La letra J es la única letra que no aparece en la tabla periódica.
26- El único animal que se puede ver del espacio son los corales. 
27- El ”cuac” de un pato no produce eco y nadie sabe porqué. 
28- En el mundo se mandan 200 mil msj por segundo. 
29- El columpio más alto mide 200 m y está en China. 
30- El alcohol es más dañino que la cocaína.

viernes, 8 de febrero de 2013

Descubren poemas ineditos de Mario Benedetti





En la Universidad de Alicante (UA), Comunidad Valenciana al este de España fueron descubiertos en la Biblioteca que Mario Benedetti donó al Centro de Estudios Iberoamericanos Mario Benedetti de esta Universidad,  dos poemas manuscritos inéditos, que se presumen fueron escritos alrededor del año 2002, por estar dentro de un ejemplar de “Insomnios y Duermevelas”, que fue publicado en ese año  

Estos poemas inéditos, fueron encontrados por azar, cuando la bibliotecaria María José Giménez y han sido catalogados por docentes de esta Universidad.
El encuentro de estos poemas manuscritos, ha llevado a la reconstrucción histórica de la publicación de “Insomnios y Duermevelas”, encontrando que el 23 de abril de 2002, el periódico La Nacion de Buenos Aires publicó una noticia sobre la presentación del libro, citando la lectura de unos poemas inéditos, entre los que se encuentran “Miedo y Coraje”, uno de los poemas hallados, presumiéndose que Mario Benedetti lo escribió alrededor de sus 82 años, días antes de la lectura de poemas, sin embargo este poema no fue incluido en el libro, ni en publicaciones posteriores.  
Estos poemas cobran un gran significado, al recordar que Insomnios y duermevelas fue escrito luego de dos operaciones al corazón de Mario Benedetti y se conservaron inéditos, viajaran por Uruguay, Argentina y España encontrándolos una bibliotecaria. Estos poemas alimentan la gran obra del maestro uruguayo y nos deleitan luego de su partida