A finales del 2009 me
encontraba en una tusa literaria, había leído mucho en ese año pero parecía que
nada me llegaba al alma, recorriendo librerías y bibliotecas me encontré a “Harun
y el mar de las historias”, este libro estaba al lado de “Drácula”, cerca de “Los
versos satánicos” y rodeado de “Vergüenza”, tres libros que había leído en el
2008 en la misma biblioteca donde encontré a Harun.
Mi sorpresa fue enorme al
descubrir este libro “infantil” de Salman Rushdie, que escribió para su hijo de
12 años y desde el momento que comencé a leerlo me dio el celo del lector, quería
el libro a como diera lugar para leerlo una y otra vez así que emprendí la búsqueda
del mismo.
En el 2012 lo encontré en
Bogotá, cerca del Centro Cultural del libro y ahí lo compré a un librero que no
conocía al autor ni al libro por lo que me dejó muy barato lo que me permitió
llevar este tesoro a casa, ese día me enteré que existía una segunda parte o
secuela de este libro “Luka y el fuego de la vida”, que el autor había escrito
para su otro hijo cuando este cumplió 12 años, 20 años después de Harun[1], por lo que emprendí otra búsqueda
que comenzó en Bogotá ese mismo dia, pero que no me llevó a nada.
Mientras leía Harun –
nuevamente- seguía buscando a Luka en cada ciudad que visitaba, un día decidí
llegar a la primera librería que conocí, una librería pequeña y casi siempre
vacia, ubicada en una pequeña ciudad del caribe, Santa Marta, mi ciudad natal. Entré a la “Librería Colonial” para ver que tenían
de nuevo y ahí encontré entre los estantes a “Luka y el fuego de la vida” con
tan mala suerte que ese día no tenía ni un peso por lo que no pude comprarlo.
Al siguiente día me iba de
Santa Marta rumbo a Cartagena por lo que no pude comprar el libro – el problema
no era de tiempo, era de plata- así que esperé hasta la próxima. No sé qué pasó
en ese tiempo pero me demoré en volver a Santa Marta y cuando volví encontré
que la Librería Colonial había cerrado y nadie sabía que había pasado con sus libros,
así que quedé igual que antes, sin el
libro y sin la mínima idea de dónde encontrarlo.
Pasó el tiempo, aprendí a
comprar libros por internet y Buscalibros me invitó a trabajar con ellos, por
un tiempo olvidé a “Luka y el fuego de la vida” pero en cada búsqueda, en cada
visita a librerías de segunda mano de las ciudades que visitaba, en cada
encargo por internet o feria literaria buscaba el libro, hablaba con libreros
en Venezuela, Argentina y Uruguay preguntándoles si conocían ese segundo libro
de Rushdie dedicado a su hijo en sus doce años y las conversaciones me llevaban
a Harun, pero nunca a Luka.
Hace algunos días, luego de
un viaje por las vacaciones de mi novia, llegamos a El Amanuense, en Santa
Marta, le pedí que fuéramos porque quería comprar la revista literaria Matera,
para mostrársela a unos amigos escritores en Cartagena y presentársela a
Buscalibros, cuando al llegar ella dice esas palabras mágicas.
-
Aja ¿no vas a preguntar por los libros que te
encargan? – me preguntó ella.
En
ese momento se me pasaron muchos libros por la cabeza, pero por la boca solo me
salió uno “Luka y el fuego de la vida, de Salman Rushdie” la librera recorrió
el lugar, pasó por la sección infantil y me dice:
-Pero…….¿ese
no es un libro para niños?-
-No,
o bueno si, es un libro que Rushdie escribió para su segundo hijo- le respondí.
La librera me trae el libro
en ese momento mientras una emoción va creciendo dentro de mí y la sorpresa va creciendo, lo tengo en mis
manos, al fin de mucho tiempo y mi novia me pregunta - ¿lo quieres? Si quieres llévalo
y me lo pagas después, es más porque no llevas dos, así lees uno y vendes el
otro, igual sino lo vendes nos quedamos con el - y lo hace, compra dos ejemplares de “Luka y
el fuego de la vida” mientras compramos otros libros.
Esa tarde ella conoció la librería
donde le compré el libro que le regalé en su cumpleaños, entendió por qué le decía
que al entrar una librería crees que vas a comprar algo y sales con otra cosa
en la mano. No sé cuánto tiempo pasamos mirando libros, yo le recomendaba
algunos, ella buscaba otros y el Amanuense se hacía más especial para mí, no es
simplemente una librería es un lugar cargado de recuerdos en forma de libros,
pasiones con olor a café y miles de historias por vivir. En el Amanuense he
buscado libros –mi extraño trabajo y pasión- con Alisson, mi eterna compañera
de búsquedas en Santa Marta y familiar lejana, y ahora con Mar, la mujer que
amo y que cada día me sorprende con sus regalos, esta vez fue “Luka y el fuego de
la vida”, mañana veremos que otro viaje nos dan los libros y las librerías.
PDT. Les debo la reseña de
Luka y el fuego de la vida, la escribo la próxima semana.