viernes, 8 de mayo de 2015

Lecturas internas, libros que te llevan a tu alma.

Terminé de leer  “El día de todas las almas” del autor neerlandes Cees Noteboom – Ceis Notbom, dicen que así se pronuncia- y me cuesta comenzar otra lectura a pesar de tener muchas pendientes – por placer, trabajo y por leer – así que me intentaré expresarme escribiendo.

He leído muchas cosas en mi vida, textos académicos, esotéricos, noticias, buenos libros, malos libros y pocos escritos me han puesto a pensar tanto, me han sorprendido y obligado a re entenderme a mí mismo, creo que la última vez que me pasó esto fue cuando leí “Los versos satánicos” de Salman Rushdie”, definitivamente hay libros que nos despiertan la imaginación, la promueven, invitan a que esta llegue a otros niveles, así como hay otros, que nos obligan a mirarnos por dentro, a interiorizar las frases mientras vamos caminando con los personajes por ciudades conocidas y desconocidas, los escritos de Noteboom pertenecen a este segundo grupo, uno puede elevar su imaginación mientras lee las páginas de sus libros, para al final darse cuenta que terminó sumergido en su propia alma, que en esta caminan los personajes del libro mientras cuestionas tu propia existencia.
No sea casualidad, lo interesante es que me acerqué a este autor luego de haber regresado de Holanda, por lo que me imaginaba cada calle que vi o caminé mientras el narraba la historia a pesar de esta desarrollarse en Berlin, bueno la verdad me imaginaba una ciudad difusa aunque está bien detallada, creo que más que un espacio físico me sentía en conexión con las almas de los personajes, que se encuentran en diferentes espacios físicos y emocionales.

No comenzaré a dar detalles del libro, ahí me suscribo a lo que dice Juan Esteban Constain  “Nada deshonra más los buenos libros que ir por el mundo, con pose severa y de pastor, aclarando a cada instante que lo son; y más cuando el que los ha leído, si es que de verdad los ha leído, desprecia a quienes no lo han hecho”, por lo que la recomendación es una sola, léalo, ráyelo, vuelva a leerlo – yo lo haré- ojala al lado de un café – un buen café, eso si – o un buen mate – ojala muy bien cebado – y lejos de un festival de cine.

Luego de leer el libro, no me pude sacar a los personajes de la cabeza, por lo que no pude disfrutar un festival de cine mal organizado, eso es otra historia que contaré en algún momento – espero alguien la lea - , por ahora en mi mesa de noche continuará este libro, a pesar de no estar leyéndolo.


¿Alguna recomendación literaria? Los leo 

jueves, 23 de abril de 2015

Conmemorar el Día del Libro en la librería, solo así leyendo

No soy una persona de amores a primera vista y siempre ando preparado para encontrar el lado malo de las cosas, sin embargo desde que conocí “El Amanuense” me enamoré del lugar, amor que en algún momento pensé que terminaría, cuando esta librería se cambió de local, recuerdo que llegué a pensar que no sería lo mismo, que el encanto se perdería y solo quedaría en mis recuerdos, sin embargo eso no ha sucedido y en mis viajes recientes extrañé mucho este espacio, puedo estar en Madrid, Ámsterdam, La Haya, Barcelona o Bogotá  recorrer sus librerías para al final terminar pensado “¿Cuándo llegará este libro a El Amanuense? ¿El café tendrá un sabor parecido? Y otra cantidad de cosas, así que al regresar a Santa Marta me dirijo a esa librería que conocí mientras buscaba otra y alrededor de la cual giran muchos de mis viajes literarios.

Este año conmemoro el Día Internacional del Libro desde Santa Marta, por ende desde “El Amanuense” lejos de las grandes ferias como la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires – que inicia hoy- Filbo que celebra a García Márquez y Macondo en Bogotá o  la Feria Internacional del libro infantil y juvenil de Montevideo que inicia el próximo mes,  pero hoy estoy en Santa Marta donde no hay feria del libro, ni conmemoraciones o grandes eventos, así que solo hay una manera de conmemorar y es leyendo – como creo que deberíamos hacerlo- buscando nuevos libros en la librería preferida o querida así que mis pasos me llevan a la calle 16, tomo un “capitulo de muestra  – Hombres sin mujeres, de Murakami – mientras buscaba en el baúl de los descuentos.

La decisión no fue fácil, libros de editorial Anagrama y Ciruela en $26.900, no saber si llevas a Amos Oz, Paul Auster,  Charles bukowski, Roberto Bolaños, Vladimir Navokov y muchos más, por lo que decido tomar un café, para ser más exacto un café dripper, que consiste en “un sistema de preparación del café directamente en la taza. La sencillez, junto a un esquema estudiado permite con una elaboración cuidadosa sacarle el máximo partido a un buen café al extraer sus mejores características de aroma y sabor. Los conos para los que se utilizan filtros de papel están especialmente diseñados para obtener la mejor extracción. La forma cónica permiten que el café se expanda y el líquido fluya hacia el centro lentamente, extendiendo el tiempo de los granos en contacto con el agua incluso en una infusión individual”, esto me lo explica mientras me servían el café la ayudante de librero – que cosa, nunca me aprendo un nombre-.

Disfruté mi taza de dripper, mis ideas se aclararon, sentí nuevas energías en mi cuerpo dormido por el aire acondicionado en una tarde calurosa donde la brisa marina te pega la sal al cuerpo mientras caminas por el centro de Santa Marta, me dirigí al baúl de libros con nuevas energías, inicialmente me iba a llevar un libo pero mandé todo al carajo, compré dos y me llevé tres, ese café hizo un efecto extraño en mí que continua hasta ahora, tomé los libros, pagué y salí a la calle con mi botín, mi tesoro, mi celebración, mi conmemoración literaria, porque en días como hoy no importan las grandes galerías llenas de libros, ni las conferencias de los expertos de literatura que hablan de un libro que otro escribió, muchos leímos pero ellos intentan explicarnos el mundo que imaginamos;  solo importan los libros, la literatura, la resistencia de leer mientras buscas una librería que te ayude a encontrar nuevos autores, nuevas editoriales y te ayude a encontrar otros significados a los espacios de interacción literaria, esta es mi celebración entre libros y una taza de café.

PDT. ¿Cómo conmemoraremos el día del libro el próximo año? No sé, pero sería bueno ir pensando hacer algo en Santa Marta, entre sus plazas y parques, me ofrezco como ayudante u organizador.


PDT II . Si pasas por una librería, pregunta por los libros editados por editoriales independientes, ahí siempre se encuentran grandes tesoros.