sábado, 11 de junio de 2011

El la mira...


Él la mira, la ve llegar cerca a donde el esta, la sigue con su mirada y busca el momento oportuno para llamarla, mientras lo piensa sale la banda de música folclórica llenando el ambiente de múltiples sonidos .

Lo piensa y se lanza al ruedo, es ahora o nunca, piensa él, no hay moros en la costa aparentemente, de pronto hoy sea su día de suerte; como buen matador decide buscar un ángulo, una pose en la que parezca más que un ser humano, un conquistador de tierras lejanas, por lo que se acerca un poco a la pared, donde solo ella lo pueda ver y entender su mensaje.

-Lina- la llama, con un suave sonido, mientras sus ojos la miran con coquetería y su mano le indica que se aproxime.

Ella lo mira sin querer mirarlo, sin la mas mínima ilusión, sin el mas mínimo reparo de gusto, pero acude a su llamado, no se sabe si por cortesía o por no tener más nada que hacer en ese instante.

El camino para que estén frente a frente parece eterno, mientras ella llega, entra la banda musical y sacan los instrumentos, alguien le dice a él –oye marica…..-  mientras las voces se pierden entre los sonidos y los ruidos, por lo que se hace difícil entender las palabras, de pronto el contesta – mas marica serás tu que yo-  y en ese momento ella llega al frente de él.

Nunca sabré que conversaron, solo sé que no la convenció por la cara de ella y la decepción de él,  es entonces que la veo nuevamente frente a mi preguntándome que de que me rio, yo solo le digo – nunca pensé que alguien admitiera de esa forma que es marica, mas cuando esta echándole el cuento a una vieja – las risas no se hacen esperar, su eterno enamorado admite que él es marica, pero que mas marica es el otro, esto de la sexualidad cada día es más complicado

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